lunes, 2 de marzo de 2020

Soledad




El sábado, me llamó la atención, este hombre oriental, con la cabeza baja, con la mirada ausente, con el silencio escondido en su ropa. No logré adivinar su rostro, ni entender su ausencia de palabras. Tal vez, haya huido de la enfermedad; de la presión  de sobrevivir; de la duda sobre si existe la felicidad, y, busque abrigo en la soledad de una ciudad, por la que no pasa el tiempo.


Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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