En estos días, donde el Coronavirus domina
nuestras vidas; donde todo parece irreal; donde hasta las sombras tienen miedo
de contagiarse, el tiempo se detiene; no sabemos si hemos sobrevivido a un día
más, o es el mismo de ayer, con diferente olor; con la suave textura del
recuerdo; con la caricia de los segundos, que parecen, ocultos, detrás de
nuestras miradas, que buscan consuelo en un horizonte cargado de incertidumbre.
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