No me suelo quitar la mascarilla, desde mi primer Covid en marzo de
2020; a escasos días de irme de vacaciones, con una de mis hermanas, sus
hijos y su marido, me empecé a encontrar mal. No le di importancia, al dolor
muscular, ni a la tos, pues tengo Covid persistente; pero la sospecha se cernía
sobre mi pensamiento, que se negaba una y otra vez a hacer un test de antígenos;
pero me quedé afónica y me sobresaltaba un dolor de garganta. Me hice el test,
di positivo el 8 de julio, llevaba con síntomas desde el 6. Mi maleta, se quedó
a medio hacer, puesto que nos íbamos el día 9, pero no me encontraba nada bien
y no quería contagiar a mi hermana y su familia; así que, me confiné para no
contagiar a mis padres, y estuve diez días sola; apenas salí de casa y si lo
hacía iba al parque, a primera hora de la mañana, con mascarilla, caminaba un
poco y me cansaba. Mi segundo Covid, era mejor que el primero, pero seguía
siendo Covid. Volví a casa, con mascarilla y mucho cuidado, recuperándome poco
a poco, del cansancio que deja este virus de origen desconocido. Animada por mi
otra hermana, me fui de vacaciones con ella y su familia. Arropados por una casa
con vistas al mar. En un lugar de la costa de Orihuela, puede caminar
acompañada por el ruido de las olas, que no dejan de insistir en su presencia;
jugar a golpear un raqueta, para acertar, a dar a una pelota pequeña que flota sobre el mar; y disfrutad de mis sobrinos, mirarlos, escucharlos, acompañarlos; tras dos años de pandemia, de restricciones, de confinamientos. Mi sobrina, me
hizo un dibujo, que siempre recordaré como lo mejor de los días de paz, de mi
ciudad; cuajada de baches, cargada de suciedad, inmersa en su abandono que a
nadie parece importarle. La vida es tan simple como su dibujo. Somos un cuerpo
fijado en el tiempo, que se alejará de la realidad, gracias a la enfermedad que
nos postrará en el olvido, desde donde nos rescatará el amor de quienes nos
amaron, que nos pintarán de colores en su corazón.
A mis sobrinos A. FG. T e I.FG.T, con mucho amor de su tía
Ana Tapias (todos los derechos reservados)©