Nadie es nadie, sino tiene una fuente donde beber, donde descansar, donde
soñar, con una realidad, sin fisuras, sin dolor, sin lágrimas; con una realidad
bautizada por el sentimiento; que se mece al lado del silencio; que vuela en el
horizonte, donde un pájaro, extiende sus alas, para abrazar la libertad, para
anhelar la eternidad, para olvidar el crujido del adiós.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
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