Nunca nos damos cuenta que existen personas con enfermedades psíquicas. En un viejo hospital de mi ciudad estaban encerrados en la segunda planta. Les oía gritar y les imaginaba encadenados a camisas de fuerza.
Ayer nos encontramos con una conocida que nos confesó que era" bipolar" y estaba ingresada en el hospital. La habían dejado unas horas libres, estuvimos con ella y luego la acompañamos. Es joven, llena de sueños y ternura. Nació bipolar, trastornó que llevaba en sus genes. Genes que la condenan a ser diferente.
Antes de entrar en su laberinto dijo " tengo muchas cosas que dar, y la gente sólo mira mi cuerpo". Su cuerpo es bello no sólo por fuera, es su interior lo que ella daría.
Los enfermos con trastornos de la conducta han de formar parte de la sociedad, pues son como los diabéticos sujetos de por vida a su medicación. No son diferentes pero han estado marginados en guetos del silencio y hemos de contribuir a que salgan de ellos.
Ana Maria Tapias Garcia
Con cariño a Sara, que saldrá del hospital y dará conferencias y escribirá su experiencia.