La sencillez de las personas que me rodean es una de las cosas que más valoro. Detesto a las personas arrogantes que simulan estar en altares. No existen los dioses ni la diosas, pero muchos y muchas así lo creen. El martes salía a caminar cuando me crucé con dos conocidos¡ Ojala fueron mis amigos!. Gumersindo es jardinero. Le conocí en la Escuela Oficial de Idionas. Los dos estudiábamos primero de inglés. Israel es basurero. Le conocí en uno de mis trabajos burocráticos. A los dos les saludé y me sonrieron. Los dos me hicieron felices. Muchas veces me encuentro con dioses y diosas que me deterioran como persona. Me deteriora su soberbia.
La sencillez es necesaria para crear sonrisas y las sonrisas mueven el mundo.
Ana Maria Tapias Garcia.
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