Me gusta su nombre: Malala. Está lleno de fuerza y arrogancia. La fuerza de luchar contra una sociedad que la quería derribar como si fuera una hoja arrogada a la nada. La arrogancia de quien posee su voz para reinvindicar. Reinvindicar su derecho a formar parte del mundo. El mundo es un conglomerado de sueños derribados pero siempre hay voces que los levantan.
Malala es un nombre para recordar.
Ana Maria Tapias Garcia
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