Las imágenes, se adentran en nuestras fantasías
para convertirlas en ideas que vuelan. Una cebolla, un ajo casi entero, una
bombilla sobre un pantalón vaquero; pueden ser indicios de algo o conducirnos a
la nada de la existencia. Pero la fantasía, nos acercará a una naturaleza
muerta de una soñadora, que usa pantalones vaqueros, desgastados, para
caminar en los días de lluvia sin paraguas; una soñadora, que come cebollas,
cuando tiene ansia de volar hacia su infancia, donde respiraba aire fuera de
las mascarilla; una soñadora que mastica dientes de ajo, para no
ser mordida por el vampiro del olvido; una soñara, que cierra los ojos,
ignorando la luz, para suspirar al destino, que llegará cualquier día para
convertir las imágenes en objetos con vida, que pueblen su soledad.
Ana Tapias ( todos los derechos reservados)
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