martes, 25 de mayo de 2021

Pesadillas

 Suelo quedarme dormida leyendo; me parece mágico el momento en que mis ojos se cierran; no sé, si los volveré a abrir o me quedaré atrapada dentro de mis sueños, y no sabré volver a mi rutina, insuficiente de alegrías, cargada de mascarillas, amoldada a la supervivencia. Desde el otro lado, veo imágenes; creo abecedarios, conjugados en color, o en blanco y negro, depende del espacio finito por el que mueva mis pies pequeños, mis manos grandes, mis palabras inertes, mis lágrimas sin consuelo. A veces, al despertarme, recuerdo lo vivido y me estremezco sobre las dudas. La noche pasada, se acerca la siguiente, eran pesadillas. Tenía que saltar de un lado a otro, y salvar un pequeño foso, que mi inteligencia dormida, es capaz de saber que es incapaz de saltar. He de raptar por un muro de arena, o moriré. Creo que lo logro. Otra imagen, una casa abandonada en medio, de la noche, apenas veo. todo está obscuro, y gritó “Mamá". Desconozco la angustia de esta madrugada, pero logra que me afecte en mis primeros pasos, guiados por la certidumbre de saberme viva.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

 

domingo, 23 de mayo de 2021

Caminar hacia el ayer


 Nuestros viejos zapatos, se ajustan a nuestros pies cansados, que recorren lo mismos caminos que  hicieron nuestros antepasados, quienes colgados,  desde su anonimato, de los pomos de las puertas, nos observan para ver como envejecemos; para diferenciar nuestro deterioro;  para envidiar como suspiramos por nuestra juventud, que besa labios escondidos dentro del recuerdo para sentir la belleza de estar vivos

Ana Tapias ( todos los derechos reservdos)©

Telarañas del poder


  Leo artículos de prensa, sobre mujeres que no me representan, que forman parte de la política.  Sus palabras, asociadas a unas ideas que no comparto, envuelven a millones de personas, que solo piensan en sobrevivir, y de vez cuando, pueden alzar la mirada hacia ellas. Quienes sonríen, pero son incapaces de hallar la verdad, dentro sus mentiras hiladas por la propaganda, que solo busca perpetuarse en unos bancos, que son de la soberanía popular; pero ellas envanecidas por el tinte rubio, cortan horizontes de otros, sin adentrarse en las lágrimas de sus hogares, a las que nunca se acercaran puesto que las arañas solo devoran nunca hablan.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

domingo, 16 de mayo de 2021

Guerra en nuestro cansancio

 Apenas nos llega la imaginación más allá de la mascarilla, como para comprender el nuevo derroche de fuerza, en la frontera, entre Israel y la franja de Gaza, donde se lanzan bombas o que lo sea (permítanme que desconozca las armas que usan. Nunca hice la guerra) para aniquilar a un enemigo, cuyo corazón late como el suyo; cuya sonrisa, se mece con la suyas; cuyas manos, escriben como la suyas;  cuyas palabras, enmudecen como las suyas; cuyos espejos, lloran como los suyos; pero que, debido a las imágenes que nos llegan desde la televisión,  se introducen dentro de nuestro cansancio, de nuestra incertidumbre, de nuestra apatía,  por todo lo que no sea fácil; porqué bastante difícil, es vivir sin morir, en medio de esta guerra, causada por un  virus ,que no se sabe de dónde viene; ni quién lo ha creado; ni cuando parará;  pero aún, tenemos espacio dentro de nuestro silencio, para cobijar su dolor e intentar que una de vez, dejen soñar a quienes nacieron libres

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Vidas ajenas

 



No me suelo entrometer en las vidas ajenas, pero a veces, se cuelan entre mis lecturas. Una figura universal del baile, llama mi atención en un artículo del LOC sobre Antonio, el bailarín. Busco sus datos en la Wikipedia(nació en Sevilla 4 de noviembre de 1921, murió en 5 de febrero de 1996). Era guapo, moreno, de ojos penetrantes, la altura no la adivino. Cargado de condecoraciones al trabajo, una larga lista que me lleva a unos zapatos, a unos pies, a unas manos, a un esqueleto, que conmovieron al mundo; que brillaron en los escenarios, que emocionaron a millones de miradas vacías inmersas en sus pensamientos, alejados de sus mentes al ver bailar a Antonio. El artículo del LOC, invita a colarse en sus amoríos con hombres, con mujeres, nunca desvelados, nunca ciertos, siempre susurrados, que corrían de boca en boca, por las Españas, donde viajaba con sus ojos de genio; este hombre de pies sonoros. Su final, como todos los finales, fue trágico, desolador, perturbador; la muerte lo es;  así que, el estremecimiento de su adiós, nos deja una figura a la que volver una y otra vez, con el asueto de la memoria, para refrescar nuestro dolor monótono

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Distancia del recuerdo

El recuerdo de estos niños, que imagino estarán muertos, pues la foto era de mi tía, María, quien nació en 1896; permanecerá en sus hijos, en sus nietos, en sus sobrinos, en sus primos, en sus vecinos, en sus amigos. El recuerdo se remueve, dentro de un vaso agua, con dos cucharas de sentimiento, mezcladas en un movimiento del tiempo; donde yacen acompañados de la esperanza en un futuro que se volvió pasado; de un pasado que se camufló en eternidad de un presente, que vaga en la utopía de sus vidas; pues a lo mejor, tan solo fueron muñecos, con latidos pegados a unos zapatos, que posaron para ser velados una noche, sin luz, en sus memorias.


Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

 

jueves, 13 de mayo de 2021

Rincón de la nostalgia


 

En estos tiempos, donde la enfermedad, donde la muerte, donde el dolor, dominan nuestros pasos, nuestros pensamientos, nuestros latidos; siento necesidad de refugiarme en un rincón de la nostalgia; donde permanecer oculta, dentro de la nieve, y no salir nunca de mi silencio, donde sé que existo más allá del olvido

Ana Tapias/( todos los derechos reservados)©


martes, 11 de mayo de 2021

Distancia del dolor


 


 Esta hoja camuflada en un jardín, me acerca a mi dolor, del que procuro alejarme, evadirme, sobornarme, para poder soportar la monotonía, que nunca me eleva a la felicidad, sino me encarcela en la frustración de sobrevivir a unas circunstancias que no he elegido y con las que he disfrazarme, cada día, con una sonrisa, que a veces no me pertenece, pero he soñar para hacerla real y así poder caminar,  junto a mis lágrimas, que son gotas de lluvia de mi fantasía

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lunes, 10 de mayo de 2021

Héroes

 Mi sobrino, Guillermo, es bueno, creativo, empático. Derrocha fantasía que plasma en sus mundos que traslada al papel, ya sea escribiendo o dibujando. Tiene muchos comics en su Curriculum de niño; el último es sobre los héroes. Me contaba con su entusiasmo, característico, los personajes de la historia, los capítulos; llego a decir, que era como una obra de teatro. Mi corazón acariciaba sus personajes, dibujados a través de sus palabras, dentro de las que me acabé perdiendo, pero, pensé lo que era para mi un héroe. Era un niño de alas grandes, que vuela sobre las vidas de los demás, para brindarles sonrisas, gestos, actos, que son salvoconductos frente a la tristeza de la rutina; que él, con súper poderes convierte en, pequeñas, hazañas del destino, donde refugiarse de la aventura que es hacerse mayor.

 




Con todo mi amor, a Guillermo. G.T,

No cambies nunca, el mundo necestia a soñadores como tú

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

miércoles, 5 de mayo de 2021

Envejecer


 Es necesario observar  como el paso del tiempo, se escurre silencioso entre nuestros sueños; como corre sin piedad entre nuestras nostalgias; como  vomita dolor en nuestro sentimiento, que fluye, que vaga, que huye, que se esconde entre las agotadas manecillas del reloj; que olvidan la belleza de ser eternos, para entregarse a la erosión del olvido, desde donde solo sonreímos en las viejas fotografías, que acompañan momentos de otros,  que nunca nos conocieron, ni adivinaran nuestros pensamientos, ateridos en un mañana que siempre es efímero


Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

lunes, 3 de mayo de 2021

Comer el tiempo

Un reloj, que cuenta con más de cien años de existencia,  donde sus manecillas yacen olvidadas, expurgadas, vencidas por el olvido, que es devorado dentro de los espejos por una cuchara, a quien nunca enseñaron la importancia, el relieve, el valor de estar vivo, pues ella o él, nunca sabré si las cucharas son cucharos, son analfabetas del paso de los segundos, de los minutos, de las horas, de los días, de los meses, de los años;  que forman las emociones de los seres que caminamos ajustados a las rutinas de una sociedad que nunca se revela contra el paso del tiempo, por eso, es devorada por la memoria, que desdibuja sus contornos hasta convertirlos en espejos de la nada


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domingo, 2 de mayo de 2021

Luz del olvido

He encontrado esta fotografía de casualidad, mi madre se entretiene ordenando recuerdos. El señor que aparecen en la moto, es mi tío abuelo Esteban, cualquiera pensaría que no le conocí, pero si, puesto que vivió 105 años. Fue el héroe de la familia García-Redondo, su mirada albergó tres siglos, puesto que, nació en 1898 y murió en agosto de 2000.  Mi abuelo materno, era su hermano pequeño, que se fue de nuestro lado a los 75 años, nunca llegaría a imaginar mi abuelo, la fuerza de su hermano mayor. No tuvo una vida fácil, eso es cierto casi le matan en dos guerras: la de África y la de España, donde fue condenado a muerte, pero su pena fue conmutada; eso sí, le dejaron una mano imposibilitada para trabajar el resto de su existencia, así que, fue su mujer Lucia;  a quien dibujo en mi memoria de manera difusa, quien se ganó el pan, planchando de casa en casa. Mi tío arropado por la moto, que conduciría con sosiego, con tranquilidad, con lentitud, en ese momento se contemplaría grande, fuerte, valiente, apuesto, inmortal, entregado a un destino, que a pesar de la crueldad de los momentos a los que tuvo que sobrevivir, le fue fiel hasta el final.



 A la memoria de un luchador, mi tio Esteban García Redondo, con admiración
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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