Cada otoño, los árboles nos recuerdan que caeremos hacia el olvido; seremos
un perfil, sin formas, sin olores, sin sombras; que nos conduce a un mañana sin
calendario; a un abecedario sin aplausos; a un amanecer sin silencio.
Volveremos al destino, del que nos despegamos sin querer, sin saber, sin
comprender, que nacimos para ser ayer, donde nuestra presencia será perseguida hasta
la eternidad.
Con todo mi amor a mis cinco sobrinos. Os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
No hay comentarios:
Publicar un comentario