Leo
crónicas, de periódicos atrasados, sobre la guerra en Ucrania, de tres días, 19
de marzo, 30 de abril y 4 de junio de 2022l que anclan a mi mente a la
guerra, que no cesa, que no se detiene, que no se paraliza, que sigue
destruyendo vidas, aniquilando territorios, ocupando lágrimas, de miles de
ucranianos y de rusos; que se ven afectados por esta derrota de la paz, por
este asesinato de la alegría, por esta dejadez de la felicidad, que yace
torturada, violada, encarcelada, dentro de la destrucción, que nadie acierta
parar. Países fronterizos que reciben a refugiados; submarinos que lanzan misiles;
un presidente que mira al horizonte para no decaer en su intento de resistir; erosión
del enemigo, a costa de la pérdidas de seres humanos; que hubieran preferido charlar con quienes
derriban; pero los presidentes son figuras que no hablan, solo disparan contra
el enemigo, para crear un país, con banderas, con tanques, con cadáveres; un país,
donde la vida se detiene, en cada ruido; un país, donde las flores no saludan a
la primavera; un país, donde las aves no tienen espacio para volar; un país,
con ciudades fantasmas, agrietadas, rotas, en la destrucción de una guerra sin
argumentos, que escupe lágrimas, porque ha olvidado el canto de la sonrisa, que
ya nunca volverá a Ucrania.
miércoles, 8 de febrero de 2023
Crónica de periódicos
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