En el atardecer, los encuentros entre sombras son
posibles, son necesarios, son buscados. La soledad, emboscada dentro de la
mañana, sale de su aislamiento, para compartir sonrisas, lágrimas, abrazos,
susurros, que caminan unidos a un destino
que para todos es el mismo; el sacrificio de la vida enterrada en un
ataúd de olvidos.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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