El paso del tiempo, se encuentra en las ciudades a través de sus monumentos,
de sus esculturas, que nos invitan a imaginar a quienes vivieron otras épocas; con otras vestimentas; con otro habla; con otros sentimientos que
dialogan sin cesar dentro de nuestras miradas, que acarician a esas personas; quienes
también amarían; quienes también
llorarían; quienes también soñarían con ser inmortales bajo la lluvia, pero
entonces no había paraguas, así que, tendrían que caminar erguidos, hacia su
destino; mojados por las circunstancias que no podrían eludir; acaramelados a la
esperanza de sobrevivir a una sociedad,
que nunca sería lo suficientemente, justa, para equilibrar su valor; por eso,
cuando camino por mi ciudad, ciudad, anclada al pasado, escucho el diálogo de
las voces que yacen escondidas dentro del silencio
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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