Esta hoja otoñal, ha recibido la llegada de los primeros fríos
estoicamente, como si fuera una flecha del destino; que la invita al olvido de sus formas, que
pasarán a ser parte del ayer; de donde nadie le rescatará; pues su memoria se
ha helado en el presente; que llora
ausencias invisibles; que busca miradas desfiguradas; que alimenta palabras de
esperanza; para soñar con la llegada de la primavera, donde el alma de una
hoja, vuela entre las flores.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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