La niebla se apodera de la vieja ciudad; que transita callada, entre recuerdos entre olvidos; que son lágrimas de quienes se atreven a cruzar sus sueños, que vagan inhiestos a los corazones que laten sin miedos; para soportar el frio de la nostalgia, que los invita a ser héroes de la resistencia del destino, que acude con tiento hasta sus pies cansados, que se adentran en el mañana.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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