Es
complicado creer en la vida, en una sociedad, que nos obliga a consumir violencia
como si fueran balas, que asesinan
nuestra supervivencia; que esgrime anhelos, para no morir de pena ante la
derrota, de no acertar a encajar las sonrisas en un mundo, que ha olvidado la felicidad;
pero, de vez en cuando, un rayo de sol, nos invita a abrazar un pequeña, una
diminuta, una agónica esperanza, que atrapar entre nuestros sueños.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
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