Este
paño, es una herencia materna; mi antepasada nació en siglo XIX; lo cosió en
1865; me habla de ella, se llamaba" María Martín"; quien con sus manos,
dejó una huella de su existencia; limitada por las comodidades; ausente de prisas;
intimidada por la enfermedad; que algún día, llegaría a su cuerpo, para postrarlo en
el horizonte; donde sus puntadas, pequeñas puntadas, forman parte de mi memoria;
que abraza su distancia; que anhela su consuelo; que besa sus abecedarios, inmersos en su rutina, que nunca entenderé; pero si, soñaré en mi vocabulario del hoy.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García.
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