miércoles, 9 de octubre de 2024

Palabras

 

Si Gabriel García Márquez, hubiera leído como yo lo  hice, en una crónica de un periódico, la palabra" Esequibo”; tal vez,  hubiera escrito un cuento, o si su fantasía, que provocaba mundos inasibles, le hubiera tomado el  alma, tal vez, hubiera escrito un libro; con personajes, bautizados con nombres incardinados en una zona de la frontera, agreste, inhóspita, desaconsejable para caminar; que luchaba  por sobreponerse a la mansedumbre de un hombre serio, con bigote y bastón; que  había heredado el país, en una partida de cartas; cuajado de casas prefabricadas; henchidas en la desasosiego; carcomidas por la brutalidad, del dictador que andaba entre tanques al otro lado de la frontera;  que  imponía sus delirios,  al hombre con bigote y bastón; que tan solo podía aullar del miedo, ante semejante presencia; que era a la vez divina, a la vez humana; con una sombra siniestra, que siempre vestía de rojo; para aclarar que la verdad residía en sus labios; que exclamaban en contra de la paz, pues amaba la guerra, como forma de expresión; dejando un rastro de sangre entre los dos países; que no pasaba desapercibo a los habitantes de “Esequibo”; que lucharían para atrapar la democracia del sentimiento, y, ser libres en sus corazones, pero seguro que Gabriel García Márquez, lo hubiera escrito mejor.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

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