Ayer a la vuelta de nuestro paseo. Hora y media caminando. Alicia, mi amiga, se fijó en un hombre que dormia dentro de un banco. En las noticias había visto, como los bancos se habían convertido en inmobiliarias. Los cajeros convertidos en comerciales. Veía las ofertas de casas con las cosas de sus ex dueños aún en ellas. ¡ Habrán sido desahuciados, por la crisis!, me preguntaba, con la sonrisa del comercial en mi mente. Mi mente dibujaba un atasco de cifras. Las cifras de los deshauciados. Por la noche lloré al ver un bulto en el banco. Lloré en silencio. Llorar está mal visto, rápidamente te recetan un lexatin. Un bulto en un saco de dormir. Un bulto con culpables que son inocentes. Culpables con abogados, que no tendrán que dormir en el suelo. Culpables con trajes de marca y sonrisa sin escrupulos. Culpables de bultos sin destino.¡ Al menos el banco que vende, alquila su suelo a bultos!.Bultos con sueños y sin destino.
Ana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario