Conoci a Jareño gracias a mi amigo: Emilio, que me invitó a participar en un concurso de la Biblioteca Nacional. Concurso de Micro-Jareño-relatos. Un concurso con un número determinado de cáracteres y cuatro palabras a elegir de seis. Me encantó escribirlo, y hoy he sabido que he sido una de los micro-relatos semifinalistas. El ganador ha sido José Ramón Alonso Peña.¡ Enhorabuena!
Da gusto participar en relatos, que incentiven a la escritura y más de la madre de la cultura: la B.N
Escribo mí relato.
Jareño en su sillón hojeaba libros con fotografías, fotografías de edificios. En su otra vida los creó. Vida con piernas ágiles y memoria gozosa. Su memoria se perpetuaba en los edificios, que soñó en otra época. Época de lenguaje castizo en sus manos. Época uniforme de sus pasos. Época lúgubre de enfermedades. Su imaginación seguía creando. Creaba con sus dedos. Dedos que garabateaban: arquivoltas, frisos, arcos, dovelas, cúpulas, contrafuertes, tímpanos. Dedos que diseccionaban en el silencio fotografías. El silencio siempre llega, el silencio es voz de piedra. La piedra de Jareño.
Ana.
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