Está mañana me encontré con dos mujeres, a las dos las conozco. Las dos me dieron lágrimas. Con una lloré en su cara, con otra lloré en silencio. La primera se ha quedado viuda de repente. Una noche su marido vivía, una madrugada su marido moría. Ya han pasado varios meses no la habia visto hasta hora, la he dado el pesáme y se ha puesto llorar. Me decia" soy´lágrima de fácil". No la dije que yo también, soy de lágrima fácil y la dejé llorar.¡ Es díficil consolar el adiós!
La segunda se ha quedado sin vida. Sale de casa en zapatillas, de estar en casa. Es una mujer joven con una mala experiencia laboral. Apenas articulaba palabra, no podía. Cuando hablaba con ella, la intentaba animar, pensaba " se va a suicidar", cada vez la veo peor. Ha descuidado tanto sus ganas de vivir, que parece otra. Otra mujer y también he pensado " en las personas que la hicieron eso". Hay culpables de su estado. Hay personas, por llamarlas de alguna manera, que matan. Matan en los trabajos, dejando cadáveres que deambulan inmsones. Los asesinos quedan libres de la cárcel y las victimas se arrastran.Se arrastran entre susurros¡ ¡ Es díficil animar a vivir a quién no quiere!
!. Dos mujeres, que me hicieron llorar!
Ana
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