miércoles, 3 de febrero de 2016

La noche

La noche, es aún mádura cuando un vecino muere. La luna llora. El silencio se apodera del vecindario,  que teme hablar al destino, no vaya a ser qusea el siguiente. Las pinzamurmuraa la ropa cómo murió; el sufrimiento que tuvo hasta dejadrespirar; su no despedida de lovecinos,  pues hacía meses qusu memoria naufragaba. 
Tendremoque acostumbrarnos a no verle, a no oirle, a imaginarle escondido bajo una lápida. 
El paso del tiempo, marginará su figura al otro lado del recuerdo, donde malviven lasombras.

Ana Tapias

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