Mirar al pasado es como mirar una foto en blanco y negro. Fui al Centro de Salud pensando que había perdido la Tarjeta sanitaria. Delante mía, había un padre con su hija en brazos, hablaba con la administrativa.
Mi mente dibujaba las palabras que la diría a la administrativa."No sé dónde la he perdido, soy un desastre, es la edad". Cuando oí llorar. Me di la vuelta, vi a un niño de unos diez años, que apretaba un algodón en su brazo izquierdo, la mamá intentaba consolarle. La niña quería que la hablara, la aburría la administrativa. Bajo al suelo, dejó las alturas.
-Hola.
-Hola-contestó.
-¿ Has visto la nieve en la montaña?
-Sí.
El niño seguía llorando, yo también queria llorar. El padre se despidió de la administrativa, tomó a la niña en brazos. Hablé con la administrativa, la saqué la tarjeta que creía antigua, y, era la nueva. Me despedí torpemente de ella, con verguenza por mi despiste. Fui a hablar con el niño y su madre.
-Te he oido llorar.
-Es su primer ánalisis-dijo la madre.
-Yo en el primero me mareé, no me veían la vena( Tal vez no fuera el primero). Ahora que tu madre te dé una recompensa.
-Unas porras-contestó. El niño se había calmado.
-Adiós.
-Adiós y gracias-contestó la madre.
Vagué por el tiempo hasta encontrarme con la niña que conocí.
Mi mente dibujaba las palabras que la diría a la administrativa."No sé dónde la he perdido, soy un desastre, es la edad". Cuando oí llorar. Me di la vuelta, vi a un niño de unos diez años, que apretaba un algodón en su brazo izquierdo, la mamá intentaba consolarle. La niña quería que la hablara, la aburría la administrativa. Bajo al suelo, dejó las alturas.
-Hola.
-Hola-contestó.
-¿ Has visto la nieve en la montaña?
-Sí.
El niño seguía llorando, yo también queria llorar. El padre se despidió de la administrativa, tomó a la niña en brazos. Hablé con la administrativa, la saqué la tarjeta que creía antigua, y, era la nueva. Me despedí torpemente de ella, con verguenza por mi despiste. Fui a hablar con el niño y su madre.
-Te he oido llorar.
-Es su primer ánalisis-dijo la madre.
-Yo en el primero me mareé, no me veían la vena( Tal vez no fuera el primero). Ahora que tu madre te dé una recompensa.
-Unas porras-contestó. El niño se había calmado.
-Adiós.
-Adiós y gracias-contestó la madre.
Vagué por el tiempo hasta encontrarme con la niña que conocí.
Ana Tapias
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