Pedro Sánchez, de los Sánchez de toda la vida, se ha puesto la mochila al hombro, que también llevaba Labordeta, para recorrer el país de punta a punta, y dialogar con los paisanos. Si Pío Baroja o Azorín, escribieran la crónica de la España del 2016, tal vez recordaran la España del 98, envuelta en la crisis de la supervivencia, con hambre en las calles, con bolsillos que arañan la miseria un día detrás de otro, con casas vacías cuyos moradores duermen al raso, con jovenes en alpargatas que emigran, con niños que comen una vez al dia. Pedro Sánchez lo tiene díficil como todos.
Ana Tapias
No hay comentarios:
Publicar un comentario