martes, 17 de diciembre de 2019

Retrato del ayer

La fotografía, es de mi muñeco, de toda la vida. Me lo regalaron, mis abuelos, maternos, cuando tenía dos años. Le bauticé como "Coco", debía ser una palabra, fácil de decir, y no he sido capaz de cambiar su nombre, que me lleva a la niña que  observaba,  el mundo,  con fantasía, cubierta de alegría,  abducida por su imaginación. La niña, que jugaba sin obedecer a las reglas de monotonía. La niña, que corría sin miedo, a caerse, porqué, sabía que, a pesar de romperse su alma, se recuperaría pronto. Hoy, anhelo, a esa niña, y por eso, tal vez, aún conservo a Coco.


Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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