domingo, 15 de diciembre de 2019

Terribilitá del momento


 En cada, momento, morimos sin darnos cuenta. Alzamos la vista sin precisión, movemos las manos sin continuidad, caminamos con los pies desgastados,  lloramos sin cerrar los ojos, sonreímos sin abrir la boca; mientras, somos devorados, por la incertidumbre del hoy; somos fagocitados por el mañana; somos triturados por el futuro, al que no podemos inyectar, una sobredosis de vida, pues no está legalizado en nuestros genes ser inmortal.  El momento es la terribilitá del adiós.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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