lunes, 30 de noviembre de 2020
Memoria del frio
domingo, 29 de noviembre de 2020
Héroe del abismo
No me gusta el fútbol, no entiendo de las hazañas con el balón que cambian de pierna, que dejan atrás rivales, que encuentran la portería, que hacen gritar a la grada. Tal vez, por eso, no puedo con la figura de Maradona como un héroe del césped, admirado por miles de personas. Imagen que me lleva a los circos romanos, donde un tirano laureado, decidía quién vivía o quién moría, tras la lucha en la arena, jaleado por los pobres plebeyos, que olvidaban sus míseras existencias. A Diego Armando, lo veo desde sus actos, que podrían formar parte de una crónica de sucesos, con idas y venidas a la cárcel; donde nadie le hubiera salvado de ser tratado como un delincuente, pero la Historia no siempre acierta con sus héroes ni con sus verdugos, que es en lo que se convirtió "el Diego" en su vida personal. Estoy convencida, que el primero que sufrió sus excesos fue él, pues nadie puede estar feliz en la piel de un hombre con adicciones; de un hombre que pega a las mujeres; de un hombre que tiene relaciones con menores; de un hombre que salta sobre la justicia para convertirse en un dios de todo pero sin nada en su conciencia. Ha muerto un hombre solo; un hombre vencido por las circunstancias; un hombre ajeno al horizonte, a la madrugada, a las hojas, a las flores, a los silencios; un hombre que nunca fue fiel al espejo de héroe, roto delante de una figura esperpéntica, histriónica, cruel, dominadora, de la que nadie nunca quiso saber.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Los viejos negocios
Esta Mercería de Segovia, pertenece a una amiga de mi madre, a quien
conozco desde que nací. He crecido con sus aromas, con sus botones, con sus
cremalleras y con la inefable Marce; una mujer entregada a su oficio, cargada
de ternura, de sensibilidad, de empatía con las necesidades de sus clientes, quienes
se fueron convirtiendo en amigos. Marce es una mujer entrada en edad, con
achaques en su cuerpo que la impiden volver a su vida de antaño, pero conserva
intacta su capacidad de servir a los demás. Como Marce, hay miles de personas, que nos han acompañado en nuestras pequeñas rutinas, que son necesarias,
vitales, imprescindibles, para llevar una camisa bien abrochada, a quienes no
hemos de olvidar, dentro de una sociedad de grandes superficies, puesto que, gracias a ellas sonreímos con una
cremallera, caminamos con esperanza, recordamos en blanco y negro
Con cariño a Marce, una mujer maravillosa
Ana Tapias( todos los derechos reservados
viernes, 27 de noviembre de 2020
Soledad sin filtro
Nuestras
palabras, gritan dentro de espacios poseídos de alientos, que no nos besan en
las mejillas, olvidando lo que amamos, que es perseguir nuestros latidos,
cansados de la supervivencia, agotados dentro de la incertidumbre, que amueblan nuestro destino, sujeto al abecedario de la muerte, que es nuestra soledad sin
filtros, arraigada a nuestros pasos sin voz.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
jueves, 26 de noviembre de 2020
Ahogarse en la indiferencia
Hay días, en los que me
gustaría ahogarme en el anonimato, para contagiarme de la invisibilidad de las
gotas de la lluvia, y formar charcos que reflejen mis palabras, que llenen
mundos, que olviden sentimientos, que abracen a mis sobrinos, que vistan la
indiferencia, que reflejen el ayer, el hoy, el mañana de mis latidos, que me
indiquen hacia donde he de mirar para ser libre. Hay días, que vivo en una
dictadura, pero hay días que me baño en mi libertad.
Ana Tapias( todos los
derechos reservados) ©
miércoles, 25 de noviembre de 2020
Sombras del silencio
Las sombras esperan el instante de hablar, para estar más cerca de
nuestros cuerpos, que se vuelven visibles con el contacto del abecedario; que
humanizan, sus rostros, para convertirlos en deseos que encuentran sueños; que
escupen enigmas para ser acariciados, por la luz, que los convierte en huesos
con anhelos. Las sombras cierran las alas para volar hacia el otro lado del
olvido
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
martes, 24 de noviembre de 2020
Otras miradas
Los gatos
callejeros, se pierden entre los vericuetos de la necesidad, donde el hambre, se
convierte en escuela pública, privada y concertada; donde la sed, es instinto
para buscar la solidaridad de aquellos que la dejan en recipientes bajo las
estrellas; donde la libertad, es atropellada por quienes encuentran en su
existencia una dictadura para las suyas. Los gatos callejeros, somos nosotros,
escondidos dentro de nuestros hogares, que son ausencias del pensamiento, que vadea
sin forma hacia quienes nos gobiernan
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
domingo, 22 de noviembre de 2020
Instantes de escarcha
Las
estrellas sueñan con invadir planetas para exiliarse de su torpe destino
de ser inalcanzables; anhelan ser libres de su gravedad, para saltar sobre el
silencio; claman venganza de su madrasta la soledad. Quieren contar sonrisas,
derramar lágrimas, explicar dudas, reinventar miedos para que los
mortales no las envidien, sino las acepten como parte de sus cuerpos, a los que
dan forma bajo la luz de la escarcha, que es un instante, que es un momento, que
es un segundo, cuajado de eternidad.
Distancia del silencio
El devenir de nuestra existencia, es un monólogo
con nuestra distancia, que a veces escupe palabras, que a veces susurra
silencios, que a veces llama a las sombras, que no saben dónde esconder las
lágrimas, que invisibles vagan por las calles en busca de una sonrisa. que las
devuelva a sus sueños, para volver a nacer en la esperanza, que fluye sin parar
dentro de nosotros
Ana Tapias) todos los deechos reservados)©
viernes, 20 de noviembre de 2020
Nostalgia del ayer
martes, 17 de noviembre de 2020
Momentos fugaces
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
lunes, 16 de noviembre de 2020
Fragilidad del momento
viernes, 13 de noviembre de 2020
Soluciones
jueves, 12 de noviembre de 2020
Lo borroso
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
martes, 10 de noviembre de 2020
lunes, 9 de noviembre de 2020
Sueños sin destino
El
mundo exterior asusta a nuestra alegría, sobre todo en estos últimos meses, donde los ataúdes, flotan en nuestro imaginario de la derrota; donde un virus,
se cuela dentro de nuestro espacio, nos rodea, nos cerca, nos invade, nos
acerca a la despedida; donde las mascarillas, nos vuelven seres anónimos, seres
carentes de sonrisas, seres sin expresión. Pero hay esperanza de sobrevivir, si
nadamos hacía la libertad de nuestra fantasía, donde una fuente en un parque,
se convierte en un mar, sin destino, que rescata nuestra inmortalidad de la incertidumbre
miércoles, 4 de noviembre de 2020
Encontrar el paisaje, perder la mirada
La incontinencia del sufrimiento, nos invita
encontrarnos con el paisaje, a perder la mirada dentro de sus pertenencias, que
dan forma a su creatividad, y nos alejan de nuestros dramas personales, de los
tragedias colectivas, de los sucesos mundiales, que nos afectan, en cada parte,
de nuestra anatomía que llora, inmensamente, al respirar; por eso, es necesario, dejarse
llevar hacía las nubes, subir montañas, acariciar el vuelo de los aves para
sentirse libre de la realidad, que nos ha tocado vivir.
domingo, 1 de noviembre de 2020
Vidas en el olvido
Los cementerios se cubren de olvido; de vidas cuyo significado ha quedado perdido en el tiempo, de donde nunca volverán, pues nadie los espera, ni los protege, ni los cuida, ni los balancea en su memoria. Me gusta observar los nichos descatalogados, desdibujados, difuminados por la nostalgia de nombres sin destino, como el de doña Isabel Martínez Calvillo,; quien murió el 22 de mayo de 1879, a los 67 años; dejando esposo, hijas y nietos. Isabel nació 1812, año en el que las Cortes de Cádiz, aprobaron la"Pepa", asi llamada la Constitución, que dotaba España, de monarquía constitucional, con división de poderes y sufragio universal indirecto. Isabel resistió hasta los 67 años de siglo XIX, que son los noventa de ahora. Imagino que fue una mujer, entregada a su hogar, al cuidado de sus obligaciones de esposa, de madre, y de abuela. Una señora, con un porte de vitalidad, de fuerza, de lucha, de soberanía sobre sus posesiones; que la hicieron dueña de una historia, nunca escrita en los documentos oficiales, sino en los corazones de quienes la quisieron. Los cementerios, están repletos de sueños de amantes que se leen entre líneas.
Ana Tapias(
todos los derechos reservados)