domingo, 20 de junio de 2021

El amor

 Nunca me ha ido bien, en ese terreno de nadie, que llaman amor. He vagado como si fuera un alma en pena, de horizonte en horizonte, sin dejarme atrapar por ninguno; tal vez, por qué mi espacio sea la libertad no el compromiso. El día 28 de junio, se celebra el "Dia del Orgullo Gay o LGTBIQ" Lo recuerdo como la gran fiesta de Chueca, donde nunca he ido, pero si me hubiera gustado acércame para sumarme a la fiesta. Las fiestas, lo hemos comprobado, en estos meses, de pandemia agónica, cruel, silenciosa, forman parte de nuestro ADN de españoles. Cada año, por estas fechas, salen las fotos en los periódicos de los hombres y de las mujeres, que aman a personas de su mismo sexo. Una foto de carnet, que me recuerda a una ficha policial, nos lleva a un personaje público, que muchos no conocemos que salen del armario. Frase que tampoco me gusta, la verdad. Pues los armarios, al menos el mío, es feo y desordenado, y nadie soporta respirar el aire contaminado de si mimo, que no ventila, pues nos podemos asfixiar dentro de nuestros pensamientos. Estas personas públicas (ignoro si quieren que sus datos formen parte de nuestras memorias) buscan concienciar a la sociedad, de una realidad aún criminalizada y condenada a muerte en muchos países. La discriminación hacia lo diferente, es marca del ser humano que no entiende las diferencias; que busca la uniformidad; pero es necesario rebelarse contra todo tipo de barreras y abrazar lo auténtico, lo real, lo esencial, que es la personalidad de cada uno de nosotros; que no ha de ser espejo de nadie, sino reflejo de nuestro interior. Soy heterosexual, pero, tal vez, si hubiera sido homosexual, me hubiera mejor en el sentimiento, que yace en soledad por el horizonte. Anhelo un día, donde todos seamos iguales, y a nadie importe si me beso con un hombre o con una mujer, pues mi esqueleto será olvidado igual.


Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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