El Acueducto se yergue, inhiesto, entre las
ruinas de sociedades, que lo han precedido; a unos metros, se sitúa el buzón de
correos, que se esculpe entre abandonos y suspiros. Abandonado por la
tecnología, que lo ha llevado a ser un resto arqueológico de sentimientos. Suspiros,
de los seres, inacabados por la melancolía, que corroe sus huesos de ayer; donde escribir, formaba parte
de la entrega hacía corazones que latían
entre, viejas, palabras que soñaban con
acariciar a tinta visible, en medio, de la lentitud, en medio de la soledad, en medio de la distancia, de vidas, ancladas al paso de los siglos, que se
cimbreaban en blanco y negro, para terminar llorando ausencias ,invisibles, acogidas
por el destino, dentro de piedras, imposibles de soslayar del olvido
jueves, 14 de octubre de 2021
Lo visible, lo invisible
ANa Tapias( todos los derechos reservados(©
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