El abandono, el olvido, el silencio, se derrumban
en edificios, sin dirección, que parecen perdidos en medio del destino; donde
se quedaron atrapados, dentro de vidas pasadas, dentro de lágrimas escondidas,
dentro de palabras mudas; que recorren espacios sin muros, sin paredes, sin
techos, con la sola distancia del ayer, que cae al vacío del hoy como si fuera
un rostro sin latido, que muere anclado a la desmemoria de la soledad.
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