martes, 19 de octubre de 2021

Pesadillas

Llevo toda la vida, soñando con abundancia, y recordando mi otra vida. Hubo un momento, en que eran tan surrealistas, las imágenes, que me acompañaban días, meses y años, que una de mis hermanas, me dijo, que debería escribirlas. Viajaba en bus, acompañada por un hombre, que era mi novio; entre nosotros había complicidad, risas, miradas, besos. El chicho en cuestión, era alguien de mi adolescencia, que esta mañana he logrado adivinar que se llamaba Gerardo. Un hombre alto, guapo de ojos verdes o azules. Al bajarnos, él se iba con otra. Ella era rubia y joven. Me encontraba sola, en Madrid, cerca de un estadio de fútbol, donde vive una de mis hermanas. Pensé en ir a verla, pero, mi móvil no estaba cargado, no tenía dinero para llamar. Empecé a caminar destino su casa, esperando que, a pesar de ser de noche, se apiadara de mí; pero llevo tanto tiempo sin ir, que me perdí y aparecí al lado de un edificio neoclásico, alto, elegante. Alcé la vista, para ver qué era, pues estaba agónicamente perdida, y leí “Banco de Santander". Llevaba a mi muñeco “Coco”(regalo de mis abuelos, maternos, cuando tenía dos años) junto a mi pecho. Volví a caminar, desorientada, ausente, sin dirección, y llegué hasta la Gran Vía de Madrid, en medio de la noche, era de noche, con mi muñeco pegado. Desde esa zona, sabia ir a casa de mi otra hermana, que, a pesar de la distancia, me costaría más de una hora llegar, lo podría lograr, pero debería anunciarla que me encontraba en Madrid. Envuelta en mis dudas, de si, podría dormir en su casa, me encontré con una madre con su hija, quien me hizo agacharme, para ayudarla a buscar su móvil, pero hizo un movimiento, que me robó el mío. No la pude decir nada, ya que, lo había guardado y en su mano tenía el suyo. Me invadía la tristeza, la angustia, la pobreza, era una vagabunda dentro del destino, atada a mi muñeco, que era el único que conocía de mi existencia. Me he despertado asustada, con mi infancia dentro de mis silencios y de mis lágrimas, tan perdidas como mi ausencia del ayer.

 


Ana Tapias( todos los derechos resevados)©

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