Nadie está a salvo de sentirse solo, sobre
todo, si eres el único que queda en tu misma forma, en tu singular idea, en tu
peculiar abstracción, en medio de la nada, de una cocina, repleta, de objetos
,que te recuerdan tu insignificancia, tu deterioro, tu torpeza por no
participar de las palabras de los otros; que se lanzan uniformes en busca de la
caricia, del susurro, de la aceptación, para no perderse dentro de su
olvido; que es un adiós prematuro, encajado dentro de la lluvia de un grifo,
donde lloran abrazando su sentimiento, que solo recordara el viento.
miércoles, 6 de julio de 2022
Soledad de un vaso
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