Admiro a mí amiga por su lucha. Me manda un correo desde Buenos Aires. Sus palabras son sus lágrimas. Lágrimas que quiero compartir. Compartir la descomposición de un gran país: Argentina. Un país envuelto en la tela de araña, de la corrupción. No es saludable que los presidentes y sus viudas se perpetuen en el poder. La democracia es libertad. Libertad convertida en tiranía, si no se escucha la voz del pueblo. La voz del pueblo, argentino, está siendo manipulada y olvidada. La tiranía es un hecho. Pero los argentinos no se callarán. Mañana se manifiestan ante el Congreso. Yo lo haré también, con mi voz desde el exilio Yo soy argentina. Argentina de corazón, el corazón de mí amiga Mercedes, es mio.
Con todo mí cariño para Mercedes, cuya voz, me alienta siempre a luchar.
Ana.
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