Suelo caminar entre hora y media y dos horas. Me gusta hacer el mismo recorrido. La semana que viene cambiaré y me perderé por calles nuevas. Voy hasta Colon y desde alli sigo por la Biblioteca Nacional y subo por Civeles, hasta llegar a la Puerta de Alcalá-. Ayer en la Casa de América un cordón policial no dejaba pasar. En la Casa de América habia dos ministros: el de exteriores y del agricultura. No les dijé nada, les miré sorprendida. Son iguales que en la tel: ,ni más feos ni más guapos. A quien me gusta ver cada día es a un hombre de color, que canta en una escquina de la calle Conde Peñalver. Una esquina que va a dar la calle Alcalá. Es la voz de Africa, que se cuela entre las prisas. Es la voz de un amanecer sin contaminación. De una sonrisa abierta el horizonte. De una vida sin marketing. Me gusta orirle cantar. Oigo la voz de mi interior que clama: libertad.
Ana,
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