Yo también creí en los Reyes Magos, pero tenia una prima mayor y cruel que se llamaba Marí Luz , que me contó la verdad. Recuerdo una noche mágica en la que no podía dormir. Me acurrucaba bajo las mantas, sintiendo como los tres magos entraban por la ventana, les vi. A mis 5 años el miedo me paralizaba, me aterraba, me atemorizaba. Mi madre me miraba con esa dulzura , que desprenden los rayos que emanan del corazón, que late hoy a ritmo de taquicardias. Con el paso de los años la vida nos descubre la otra verdad, que los padres son el mejor regalo de Reyes.
A mis padres,
Ana Maria Tapias Garcia.
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