La felicidad cada uno la entiende a su manera. La mayoría somos como los que golpean el hierro en la" Fragua de Vulcano", mientras que otros son pinturas cubistas, que descomponen su riqueza en paraisos fiscales. Los trajabadores entregamos al Estado cada euro cotizado, para construir una sociedad donde todos optemos a las mismas oportunidades. Hacienda no debería permitir el robo de
nuestro futuro.
nuestro futuro.
Ana Tapias
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