He fotografiado esta hoja, por la invitación que me hizo mi sobrino, Guillermo, así que, creo que le pertenece. Cuando vienen mis sobrinos a visitarnos, con el Covid, lo han hecho cuando han dejado salir de Madrid y entrar en Segovia; parece que han vuelto las fronteras, los muros del Este a nuestra rutina; suelo pasear con ellos, acomodados al sosiego de la ciudad de provincias, tranquila, pequeña, escultural, graciosa, cercana, que es mi ciudad. En nuestros recorridos, en cada estación, encontramos seres que nos llevan a su entorno. En invierno, nos salen al paso viejas hojas, arrugadas, qua acariciamos con la mirada, que bautizamos con el deseo, que olvidamos bajo el murmullo de la lluvia: que ahoga nuestras palabras, envueltas, dentro de laberintos imposibles de soñar. La hoja de Guillermo, forma parte de su memoria, y ahí vivirá en soledad hasta que llegue su invierno
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
Con todo mi amor a mi sobrino
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