Nadie nos impulsa a acariciar a los sueños, que nos vigilan sin demora
debajo de la esperanza, que peina la vida, lágrima a lágrima, palabra a
palabra, conquista a conquista, desvelo a desvelo, silencio a silencio. Nadie
nos invita a ser felices, por eso, es necesario aprender a volar con el pelo
sujeto a la libertad, olvidando el miedo a la muerte, que nos acecha sin vértigo
en cada cima que nos atrevemos a escalar
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
No hay comentarios:
Publicar un comentario