No soy amapola, abocada a mi destino en una
calle, cuyo nombre nadie recuerda; no sé , cómo se sentirá ante su
descuido, ante su abandono, ante su ignorancia, de los personas, que
la humillan tirando los restos de su vida junto a ella; que debería
ser un santuario de la belleza; de lo efímero; de la inteligencia, de la
hermosura, de la creatividad; de una figura erguida sobre el hoy,
que nunca contemplara el mañana; que nunca podrá ahorrar sonrisas; que nunca
besará la esperanza. Soy una mujer, que dibuja palabras dentro de mis sueños,
que gritan al contemplar el deterioro, de la una amapola, aferrada al silencio; por eso recojo sus lágrimas, y las envuelvo dentro de mi ternura.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario