Vivimos sometidos a infinitesimales cambios, que nos conducen a la
negación delante de nuestro espejo. Éramos niños, y el golpe del tiempo, nos
deja en la madurez; con arrugas que no reconocemos, que no sentimos, que no
buscamos, que no amamos, pero somos nosotros envueltos en la muerte, que
nos acecha, que nos persigue, que nos susurra, te espero al otro lado del
destino; da igual, que nos maquillemos, que nos vistamos de otra, que nos
regalemos esperanza; el ataúd, nos encerrará ,dentro del olvido, donde solo el
pensamiento de quienes nos quisieron nos rescatará y volaremos hacia sus
sonrisas, donde seremos libres, donde no hablaremos, donde volcaremos nuestros
abrazos a sus cuerpos teñidos de voces, que se fueron, y que los consolaran de
su propia muerte, que también llegará a su memoria
A mis cinco sobrinos, espero que me rescaten. Os quiero niños, para mí, siempre vais a ser niños.
Ana Tapias( todos los derechos reservados()©
No hay comentarios:
Publicar un comentario