En mi vida, he tenido muchas amigas, unas buenas,
otras malas, otras sanas, otras envidiosas, otras raras, otras preguntonas,
otras sencillas, otras interesadas, otras divertidas, otras silenciosas, otras
aburridas, otras simpáticas; con la mayoría de ellas, no tengo relación, nos
hemos abandonado, pero si tengo alguna buena amiga en estos momentos; una de
ellas, es Fuencisla. Vive en otra ciudad, así que, nos comunicamos por correo
electrónico y por el móvil. Cuidamos nuestras palabras de apoyo, nuestros
gestos de empatía, nuestras muestras de afecto, que al vernos se traducen en
sensibilidad; la que derrocha Fuencisla, en sus botes con flores; pintados con
cariño, con esmero, con paciencia, con educación, con amor. El amor, que nos
tenemos, traspasa las fronteras de la distancia, y se instala en la cercanía,
de un corazón, que crea para abrazar mi soledad, que camina para seguir
luchando, por nuestra amistad.
Con cariño, a Fuencisla, que siempre me escucha, que siempre me mima,
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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