Las nubes se mecen en el horizonte, adonde llegan voces de hombres, de
mujeres, quienes anhelan vivir sin miedo; quienes claman desterrar la
incertidumbre; quienes caminan ajustados a la supervivencia; por eso, a veces,
abrazan nubes, para saciar su apetito de sueños, pero los sueños son frágiles,
y lloran sobre el olvido; donde un eco de esperanza, se adivina dentro del sufrimiento.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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