El momento se disipa un instante, que se
desvanece, que se desdibuja, que se descompone, en un recuerdo al que volvemos,
si alguien nos habla de él; o si necesitamos volver a la felicidad, que nos proporcionó,
para sentirnos adecuados a la realidad, que nos rompe en mil cristales, de los
espejos, adonde solemos mirarnos, para saber que estamos vivos, que caminamos,
que lloramos, que soñamos, que amamos, que odiamos, que vagamos en el blanco y
negro del ayer, para no abrazar a la muerte, que se esconde detrás de nuestro
silencio.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
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