Nuestra mirada, a veces,
se tuerce, son días donde las lágrimas nos impiden cruzar las calles; donde las lágrimas nos acarician el
sentimiento; donde las lágrimas nos
sacuden la nostalgia de la infancia; que dibujamos en nuestra rutina de odios,
de venganzas, de gritos, de seres, que han olvidado que la vida es un momento, que la vida es un
instante, que la vida se consume entre amaneceres , entre atardeceres, entre
olas, que nos acarician hasta que llega la marea y nos derriba para no
levantarnos; por eso, nuestra mirada se inclina, para sobrevivir al deterioro de nuestra música
interior, que baila con la memoria del ayer; donde nuestros ojos, ávidos de
conquistas, abarcan el horizonte para atraparlo, y no dejarlo escapar; pero el
paso de tiempo, obliga al horizonte a
ser mitad del hoy; y en esa espacio, limitado para nuestros sueños, abrazamos la
esperanza, para seguir caminando con dignidad.
martes, 21 de mayo de 2024
Mirada inclinada
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
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