Necesitamos
dejar atrás a personas, a trabajos, a paisajes, que nos encarcelan; que nos
abandonan en sus mundos imperfectos; en sus mundos egoístas; en sus mundos
mediocres; que nos cercenan la esperanza de encontrar nuestros sueños; que han
de volar, sin miedo, hacia el horizonte, donde nuestra sonrisa se acople a la
esperanza; se acoja al silencio; se enamore de la brisa del mañana; porque la vida es siempre bailar frente al
destino, y mejor hacerlo en libertad.
A mis cinco sobrinos con amor, os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
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