sábado, 3 de agosto de 2013

Se queman los bosques

 
Cada verano me encuentro con imágenes que me torturan:  personas lloran la destrucción de sus casas, bosques quemados y  animales muertos. Las llamas alimentan la imagen de la destrucción. La destrucción parece ser bella para aquellos que causan estos incendios. Siempre hay un culpable agazapado entre un montón de cerillas que destruye.  El ser destructor debería ser considerado un terrorista de la naturaleza. La naturaleza no se merece que la  quemen. La naturaleza es la que nos permite respirar en un mundo lleno de humos. La naturaleza nos permite descansar la mirada en un mundo cuyo horizonte  lo ha comprado un banco.
 
Ana Maria Tapias Garcia.


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