Soledad sin rumbo.

Anoche caminaba por mi ciudad cuando tres chicos de no más de 12 años se reían, eso es normal. Es buena la risa. Lo malo es de quíen se reían. Se reian de una mujer que vivía en la calle. Una mujer con un tetra brik como amigo. Una mujer con el pelo sucio y lágrimas en el cuerpo. Una mujer que sufrió los insultos de estos tres adolescentes. Adolescentes sin empatía. Adolescentes que tal vez algún día terminen con el mismo tetra brik. No entiendo la sonrisa contra otros. No comprendo la no empatia de una sociedad con mucha soledad en las calles. Soledad sin rumbo en la que todos podemos vernos involucrados. La sociedad debe educar a sus adolescentes, no consentirles.

Ana Maria Tapias Garcia