Mañana se termina el año, es hora de hacer balance de rostros. Muchos se cuelan dentro de estos 365 días. Los más antipáticos los políticos corruptos, ésos que nos venden por un plato de gulas. Lo más crueles los terroristas que decapitan sin pestañear. La esperanza es Teresa Romero, la auxiliar de enfermería, que se curó del ébola. El héroe silenciado es Josè Tendetza, líder indigena, que fue asesinado por defender la tierra de sus antepasados. Los héroes anónimos son hombres y mujeres arrodillados en las calles, a quienes ignoramos, somos cobardes, huimos de ellos, para no hacernos el haraquiri con su dolor. Son rostros, sólo éso, que saturan nuestro calendario.
Ana Maria Tapias Garcia
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