viernes, 12 de diciembre de 2014

Transparencía

Mis amigos comentan  lo que ganan los políticos. Hemos de darles las gracias por ser trasparentes, la opacidad  no sale  en  las revistas de moda. A mí la transparencia que me duele, que me agota el ánimo es la de ese parado,  que me miró ayer a los ojos, le conozco de vista.  Me estalló en mi rostro,  como si fuera yo. Su cara de dolor, imposible de reconciliar con el sentido común, me ató a la fragilidad de un hombre,  que agoniza en las calles transparente.

Ana María Tapias Garcia. 




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