Tal vez yo me equivoque, pero creo que la tierra gira muy rápido. ¿Alguien se acuerda qué dia fue el atentado, dónde fue, a cuantos mataron? Vivimos inmersos en nuestro dolor y no somos capaces de acariciar las miradas ajenas. Nuestras lágrimas, yacen enquistadas en el trabajo precario, en la hipoteca, en las facturas, en la burla del paso del tiempo, en el miedo a caer enfermo, en no saber jugar a lo que se espera de nosotros. La acelaración, hace que olvidemos que al otro lado hay gente que llora por una guerra que no tiene frentes, que ataca sin avisar, que lanza al mar cádaveres, que arroja a las fronteras a miles de refugiados, que nos puede matar en cualquier momento. Tal vez deberíamos parar y pensar en todo lo que pasa a nuestro alrededor.
Ana Tapias
Ana Tapias
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